miércoles, 9 de febrero de 2011

Abuso sexual en el Sodalitium

Religión :::: Vocero de la orden más conservadora del país confirma tres denuncias contra el “apóstol” Germán Doig, el fallecido ex Nº 2 del Sodalitium. Pero todo indica que hay más casos.

Abuso Sexual En el Sodalitium

Hace poco menos de un mes, en diciembre, un anuncio estremeció a los feligreses de la comunidad católica Sodalitium del Perú que se habían reunido para una asamblea general de fin de año. La plana mayor de la orden informó que Germán Doig Klinge, considerado por la propia familia sodalicia como un “apóstol digno de canonización”, abusó sexualmente de, al menos, tres fieles entre los años 1980 y 1990. Doig, el ex Nº 2 de la orden, falleció en el 2001. Tenía 44 años. El sacerdote Gonzalo Len, vocero del Sodalitium, reveló a CARETAS que la primera denuncia fue presentada en el 2008 y posteriormente se conocieron otros dos casos. No especificó si se trató de menores de edad, pero sostuvo que una investigación interna que culminó el año pasado confirmó las atrocidades y provocó que se paralizara definitivamente el proceso de beatificación del llamado “vicario” del Sodalitium. El escándalo ha golpeado a la Iglesia Católica y sacudido a una de las organizaciones eclesiásticas más conservadoras del país.  

Germán Doig Klinge nació en Lima en 1957 e ingresó al Sodalitium Christianae Vitae (‘Comunidad de Vida Cristiana’) cuando era apenas un adolescente, a los 16 años.

La primera orden cristiana masculina de laicos célibes había sido fundada en el Perú apenas dos años antes, en 1971, por el abogado limeño Luis Fernando Figari, que por entonces frisaba los 24 años.

Inicialmente el Sodalitium recibió solo a personas nacidas en el Perú, pero con el tiempo católicos de diversas nacionalidades se unieron a dicha comunidad pastoral.

Doig no tardaría en destacarse al interior de la orden hasta convertirse en la mano derecha de Figari. Ambos viajaban constantemente al Vaticano y eran recibidos por el propio Juan Pablo II. En 1997, el Papa aprobó el Sodalitium como Sociedad de Vida Apostólica y Doig fue nombrado coordinador general del movimiento.

Doig se encomendó a sí mismo la tarea de reclutar jóvenes, principalmente de colegios religiosos privados de Lima. Uno de sus feligreses recordó que “Doig se entregó con ardor a hacer presente el Evangelio entre los jóvenes”. Todo indica que también aprovechó esa oportunidad para captar a sus víctimas.

LA INVESTIGACIÓN

Gonzalo Len, vocero del Sodalitium, no quiso identificar a las víctimas de Doig, pero relató a CARETAS que “la primera denuncia llegó en el 2008, cuando la jerarquía del Sodalitium se encontraba recogiendo testimonios sobre las ‘virtudes heroicas’ (requisito previo para iniciar el proceso de beatificación) de Germán Doig”.

“Recibimos esa información y como corresponde hemos investigado y una vez que lo hicimos, salvaguardando a las personas que se acercaron como testigos, lo hemos comunicado internamente a nuestra familia espiritual”, sostuvo Len en las oficinas de la Iglesia de Nuestra Señora de la Reconciliación, en Camacho, donde es párroco.

No pasó mucho tiempo para que otros dos casos se sumaran al primero, pero Len aclaró que “no eran menores de edad”. Una investigación interna terminó por confirmar, en diciembre pasado, tres casos verificados de abuso sexual, pero fuentes confiables del Sodalitium afirman que las víctimas podrían ser más debido a que Doig tuvo a su cargo la “guía espiritual” de numerosos adolescentes desde inicios de la década del ’80 hasta su muerte en el 2001.

Esta semana, el recientemente electo superior general del Sodalitium, Eduardo Regal, viajará al Vaticano con el expediente de Doig, que incluye las declaraciones juradas de las víctimas, para informar al papa Benedicto XVI sobre lo ocurrido.

Len dijo que el caso de Doig, al que califica como un tema de “inconducta sexual”, ha sido recientemente puesto en conocimiento de las comunidades sodálites de Chile, Colombia, Ecuador, Brasil, Italia y Estados Unidos. A todos la noticia les cayó como un baldazo de agua, aunque no precisamente bendita. Ocurre que los sodálites de todos esos países se encontraban reuniendo pruebas, pescando milagros, que abonaran en el proceso de beatificación de Doig. Incluso difundieron por toda Latinoamérica una estampa que conminaba a la familia sodálite a pedir su “glorificación celestial” (ver facsímil). Ahora el “apóstol bendito” se ha convertido en el propio Lucifer.

“MONJES SOLDADOS”

La sorpresiva renuncia de Figari a la jefatura del Sodalitium, en diciembre, justo cuando se confirmaron internamente las denuncias contra su ex mano derecha, alimentó las especulaciones en las redes sociales por tratarse de una agrupación controvertida.

En las dos primeras décadas de su existencia, de la mano de Figari y Doig, el Sodalitium se caracterizó por reclutar a jóvenes de familias adineradas, a quienes adoctrinan como ‘monjes soldados’, concepto acuñado por San Ignacio de Loyola.
 
Los jóvenes son internados durante un año en las casas que la comunidad tiene en Barranco y San Bartolo, donde son adoctrinados en la “mística” del Sodalitium.
 
Los periodistas Pedro Salinas y José Enrique Escardó han descrito ampliamente sobre las singulares pruebas físicas y psicológicas a los que eran sometidos los postulantes y que tenían como fin producir en ellos un desarraigo emocional para con sus familias y a la vez una devoción militante hacia el fundador del movimiento, Luis Fernando Figari.

“La cosa llegaba al extremo de exigir todo el tiempo la adhesión total al movimiento, y de darles tratamiento de iscariotes y cobardes a los que se cuestionaban, y en ese plan. Figari era un déspota”, escribió Salinas en el diario Perú.21 en diciembre último. “Porque al sodálite –que así me llamé durante una época– se le adiestraba hasta en los más mínimos detalles. A través de lecturas fascistas. De regímenes cuartelarios. O de ritos sectarios, que eran acompasados por marchas y canciones marciales, por no decir carlistas, o requetés. O hasta nazis”.

En marzo del 2003, el oftalmólogo arequipeño Héctor Guillén denunció que el Sodalitium había “captado y lavado el cerebro” de su hijo Franz, de 16 años, de tal forma que éste se rehusaba a mantener contacto con él y su madre (CARETAS 1765). El propio joven, mediante una misiva, desmintió al padre, pero la duda persistió.

Salinas y Escardó se han preguntado si Figari estuvo al tanto de los abusos de Doig, pero Len negó que “la jerarquía del Sodalitium” supiera con anterioridad de las atroces actividades de su ex vicario institucional. “En nuestra comunidad nosotros rechazamos toda conducta que no sea cristiana, radicalmente. Una conducta como esta es una excepción lamentable que ha sido una sorpresa para todos y que nos duele en el corazón. Esperamos que nunca más suceda”, se lamentó el vocero. 

Pero no todos veían a Doig como un santo. “Germán era muy físico, tocaba mucho a la gente. Y creo que esa era su estrategia, ya que la línea que separaba ese afecto paternal de la posibilidad de un acercamiento sexual era delgadísima, en especial para chicos que, como yo, no pasábamos de los 17 años y no sabíamos mucho de la vida”, escribió el periodista José Enrique Escardó en su blog ‘El quinto pie del gato’.

Lo ocurrido con el Nº 2 del Sodalitium, sin embargo, parece no haber sido la excepción. En octubre del 2007, el laico consagrado Daniel Murguía Ward fue capturado por policías de la comisaría de Alfonso Ugarte cuando realizaba fotografías pornográficas a un menor de 11 años en un hostal del jirón Carabaya, en el centro de Lima.

El menor declaró a la Policía que Murguía lo captó en una calle de Miraflores, donde le ofreció regalarle figuritas de Pokemón a cambio de dejarse fotografíar desnudo. El muchacho aseguró también que el sodálite Murguía le había practicado sexo oral, lo que el Código Penal tipifica como delito de abuso sexual.
 
El Sodalitium emitió un comunicado en el que aseguró desconocer la inconducta de Murguía y anunció su inmediata separación de la orden eclesial. Murguía fue encarcelado, pero salió en libertad en mayo del 2009, tras haber pasado dos años en prisión. En enero del 2010 fue absuelto por la Tercera Sala Penal para Reos en Cárcel.

“Nosotros no investigamos a ninguna persona cuando no hay necesidad de hacerlo”, dijo Len. “Pero si recibimos alguna acusación, algún testimonio, vamos a ser los primeros en revisarlos. Si en nuestra comunidad hay algún caso que no tiene concordancia con la experiencia cristiana, lo enfrentaríamos, como con Germán Doig”, dijo.

Len reiteró que el de Doig es un caso aislado que “lamentamos profundamente”. El golpe ha sido tan fuerte que el sitio Web oficial que el Sodalitium abrió para promover la beatificación de Doig (www.germandoig.org) fue cerrado abruptamente. Y ha trascendido también que la tumba del ex vicario sodálite, un lugar que se había convertido en un santuario para la orden, será clausurada por un tiempo. (Patricia Caycho)

Fuente: Revista Caretas

Noticias... Lo que queda del derecho natural

Hacemos eco de una noticia relacionada con el ejercicio de los derechos sexuales.

POLÉMICA: LA UNIÓN CIVIL GAY EN DEBATE
Lo que queda del derecho natural
Por: Juan F Monroy Abogado

Miércoles 2 de Febrero del 2011

Refiriéndose a la unión civil gay, el cardenal Juan Luis Cipriani ha dicho que “va contra el derecho natural”. La frase es impactante por quien la dice, pero escasamente sólida y carente de fundamento, como pasamos a demostrarlo.

El derecho natural, llamado también Iusnaturalismo, constituye la tradición más duradera del pensamiento jurídico. De Sócrates a Grocio –pasando por Santo Tomás de Aquino y Hobbes, entre muchos otros– hay veinte siglos de pensamiento jurídico iusnaturalista. En estricto, el derecho natural no es una teoría sino una familia de teorías que se pueden agrupar en dos ideas centrales.

La primera es que encima de los derechos de cada Estado hay un derecho supremo llamado natural, pero no por su composición física, sino porque su naturaleza es trascendente. Para algunas teorías, esa naturaleza es “divina” y para otras “metafísica”. Para el derecho natural, sus principios son: categóricos (por eso indiscutibles), cognoscibles (los podemos aprender), universales (para cualquier lugar) e inmutables (para cualquier tiempo).

La segunda idea es que el derecho de los estados –llamado positivo y formado por normas que genéricamente llamamos leyes– solo tiene tal calidad si es conforme con los principios del derecho natural. En caso contrario, simple y llanamente no es derecho.

Un mérito de la Ilustración fue separar los sistemas de creencias de los de conocimientos, digamos que separó la fe de la esperanza. Las ciencias por ejemplo –y el Derecho lo es– empezaron a usar el método empírico para incorporar sus datos (observación de hechos, hipótesis, comprobación, teoría). Esto determinó que a partir del siglo XIX el derecho natural sufriera una profunda crisis de la que no se recuperó jamás.

Hoy se considera al Derecho un fenómeno cultural construido con el fin de perfeccionar un subsistema que regule las conductas de los miembros de una sociedad (sistema), buscando su cohesión. Con logros y frustraciones, quizá más de las últimas, esto es el Derecho. Hoy el legislador puede cometer un terrible error: promulgar una ley sin haber investigado la realidad donde se aplicará; sin embargo, nadie pensará que tal defecto se debió a que no advirtió un principio jurídico, inmutable y universal, que habita en el cielo platónico (topos uranus).

Sostener que una “ley natural” tiene origen divino debe ser la afirmación más sobrenatural que se pueda expresar. Por eso si bien el derecho natural es parte esencial del desarrollo histórico del Derecho, cuenta muy poco para enfrentar los problemas jurídicos de la sociedad contemporánea. Esta afirmación no desconoce, en absoluto, la necesidad que tiene el Derecho de que sus investigaciones tengan fundamento ético –no solo una ética descriptiva sino también normativa– pero sin dogmas, porque dejaría de ser ciencia.

La palabra derecho es ambigua, vaga y posee una carga emotiva favorable e intensa, igual que el término democracia. Por eso el generalísimo Franco llamó a su tiranía “democracia orgánica” y el soviet supremo llamó “democracia real” a las dictaduras que impuso a sangre y fuego detrás de la cortina de hierro. Estas son definiciones persuasivas, porque quien las expresa altera el contenido reconocido del concepto a fin de beneficiarse con su efecto emotivo.

Decirle a alguien que “no está a derecho” o que “no tiene derecho” es imputarle un comportamiento marginal, ilícito, irregular, hasta inmoral. Al sustentar en el derecho natural su posición sobre la unión civil gay, el cardenal Cipriani ha querido convencer a su grey que esta unión es marginal, irregular, ilícita e inmoral. Entonces, ha hecho un uso persuasivo del lenguaje que urge ser desvelado.

El derecho natural carece de base científica para fundamentar jurídicamente una afirmación como la expresada o cualquiera otra. Se puede estar en desacuerdo con la unión gay desde una fe religiosa, eso es inobjetable porque, al no ser verdaderos ni falsos, los dogmas no se discuten. Pero no desde el Derecho, porque este, como las otras ciencias, se ha convertido en los últimos dos siglos en el cementerio de muchos dogmas. Por eso no descarta –a priori y sin sustento científico– el análisis y eventual reconocimiento jurídico de ninguna institución social.

Fuente: El Comercio

viernes, 4 de febrero de 2011

JORNADA DE SALUD MUJER
          
PAPANICOLAOU
GRATIS

LUGAR:              PPFF- Maternidad C.S. MATERNO INFANTIL SAN JOSÉ

DIRECCIÓN:           Av. Los Angeles con av. Revolución. Sector 1- Grupo 15

DIA:                       21 de Febrero del 2011

HORA:                     8:30 am - 5:00pm

… TE ESPERAMOS….